El Real Decreto 609/2023, de 11 de julio, introdujo un cambio significativo en la forma en que las empresas deben informar sobre su titularidad real (Gobierno de España, 2023). Esta normativa, enmarcada en la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, obliga a todos los negocios, incluidos los de autónomos, a revelar quién es el verdadero dueño o dueños de la empresa.
¿Qué es la titularidad real?
Se entiende por titular real a la persona o personas físicas que en última instancia controlan un negocio, aunque no aparezcan directamente como propietarios en los registros oficiales. Esta información es crucial para prevenir actividades ilícitas y garantizar la transparencia en el mundo empresarial.
¿Por qué es importante?
El conocimiento de la titularidad real permite a las autoridades:
- Prevenir el blanqueo de capitales: Al identificar a los verdaderos beneficiarios de las operaciones económicas.
- Combatir la financiación del terrorismo: Al dificultar que organizaciones terroristas utilicen empresas para ocultar sus fondos.
- Aumentar la transparencia: Al hacer pública la información sobre quién controla realmente las empresas.
¿A quién afecta?
La obligación de declarar la titularidad real afecta a todos los negocios, sin importar su tamaño o forma jurídica. Esto incluye a autónomos, sociedades limitadas, asociaciones, fundaciones, etc.
¿Qué información debo proporcionar?
Debes indicar quién es el verdadero dueño o dueños de tu negocio. Esta información se presenta a través de la plataforma IURE del Registro Mercantil.
¿Cuándo debo presentarla?
- Si ya eres autónomo: Debes presentar la declaración en el plazo establecido por la ley.
- Si te estás dando de alta como autónomo: Debes presentarla al mismo tiempo que solicitas el alta.
¿Cuándo debe actualizarse la información?
La información sobre la titularidad real debe mantenerse actualizada. En caso de cambios en la propiedad o control de la empresa, la declaración debe modificarse en un plazo máximo de diez días hábiles.
¿Qué pasa si no cumplo?
No cumplir con esta obligación puede tener graves consecuencias, como:
- Cierre registral: Tu negocio podría ser dado de baja en el Registro Mercantil.
- Sanciones económicas: Podrías enfrentarte a multas importantes.
- Problemas legales: Podrías tener problemas con la administración tributaria y otras autoridades.