Todos expectantes al 2022, año de cambios; todos esperando a las conclusiones del comité de sabios designado por el Ministerio de Hacienda, que tendrá que orientar la nueva subida de impuestos que se prevé, y que se tendrá que aprobar antes de que se inicie el 2023.

Si ya el ex ministro Montoro pegó un subidón de impuestos en el año 2016, ahora es su espejito, la Montero, la que propondrá un nuevo apretón fiscal para todos los españolitos, y digo todos, porque la subida no va de ricos y pobres. Va de bolsillos.

En 2021 entraron en vigor los impuestos sobre las transacciones de acciones y sobre operaciones digitales, aunque con escaso éxito recaudatorio, según el objetivo marcado; en 2022 la medida estrella incluida en la Ley de Presupuestos es el establecimiento de un tipo mínimo del 15% en el Impuesto sobre Sociedades, más llamativo que efectivo, y que perjudicará a los inversores en proyectos de I+D+i.

La denominada fiscalidad verde, poco conocida y desarrollada en España, será la punta del iceberg de la subida impositiva prevista, y se centrará en un incremento de los tipos de gravamen que se aplicarán a los combustibles fósiles como el diésel. También surgirán nuevas figuras impositivas, actualmente en trámite a través de la Ley de Residuos, cuyo objetivo es impulsar una economía circular como nuevo modelo de producción y consumo, bajo en carbono, tales como el impuesto sobre envases de plástico no reutilizables; impuesto a la incineración, coincineración, y al depósito de residuos en vertedero; y la instauración de una tasa al uso de plásticos no reciclados.

Otra pata de la reforma se centrará en la desaparición de determinados beneficios fiscales aplicables, como exenciones o los tipos de IVA reducidos; o la reducción en IRPF que tienen los matrimonios por tributar conjuntamente.

Y por último la armonización fiscal autonómica, excluidos vascos y navarros, con la finalidad de fijar tipos mínimos, que la Comunidades Autónomas no puedan traspasar.

Y respecto a la Comunidad Valenciana ¿qué nos cuenta el Informe emitido por la Comisión de expertos para la Reforma Tributaria nombrada por la Generalitat Valenciana respecto de los tributos cedidos?

Por lo que respecta al IRPF, proponen bajar los tipos para rentas bajas y medias, e incrementar los tipos para las rentas altas, manteniendo constantes los diez tramos autonómicos actuales con un tipo máximo del 29,50%.

Del Impuesto sobre el Patrimonio, desaparecido en casi toda Europa, poco o nada indican, salvo la posibilidad de establecer bonificaciones sobre los bienes y derechos situados en territorios despoblados. Plantean al Estado una armonización de las deducciones y bonificaciones de cuota, para evitar discriminaciones.

Por lo que respecta al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, rebaja de tipos para la transmisión o arrendamiento de bienes situados en municipios con riesgo de despoblación o, alternativamente, aplicar mayores bonificaciones sobre los tipos ya existentes; y para esos territorios, bonificar al 100% el impuesto de actos jurídicos documentados – documentos notariales, respecto a las escrituras de declaración de obra nueva.

Por último, en materia impositiva de Sucesiones y Donaciones, proponen generalizar la bonificación del 75% de la cuota a todos los familiares del Grupo I y II (descendientes, adoptados, cónyuge), con el límite máximo de 100.000 euros; actualmente en el 50% para cónyuges y descendientes mayores de 21 años; sugiriendo que el Estado debería fijar un mínimo exento, y límites mínimos y máximos de tributación para todas las Comunidades Autónomas.

Toca esperar. Acabamos de empezar el 2022, y ya estamos pensando en lo que nos espera en el 2023.

carlos alarcia abogado alicante
Carlos Alarcia
Abogado
Socio de Adire