Con la colaboración del Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya y COMPCAT (Associació Catalana de Compliance) y el patrocinio de la editorial Wolters Kluwer, se celebró el Primer Congreso Nacional de Compliance y Auditoría, organizado por la World Compliance Association.
Barcelona fue el escenario de dicho congreso, que se llevó a cabo el 24 de enero de 2019, en el que participaron representantes de la fiscalía, de la oficina antifraude de Cataluña, de diversas instituciones públicas y privadas, así como también profesionales de diferentes sectores.
Durante la jornada se trató el tema de la corrupción, que tal como expresaron Iván Martínez, presidente de la WCA, y Miguel Ángel Gimeno, director de la Oficina Antifraude de Catalunya, no es un asunto exclusivo del sector público sino que también afecta al privado, por lo que no debería hacerse diferencia alguna entre ambos.
Por otra parte, se insistió a lo largo del congreso, que el compliance no debe convertirse en una mera formalidad, sino que debe tener un contenido real, asumiendo la integridad de forma proactiva.
Rafael Sánchez Sevilla, presidente de COMPCAT, aclaró que la auditoría y el compliance, si bien se complementan, no son funciones iguales.
El incumplimiento de las normas trae como consecuencia una mala reputación, ocasionada por el desprestigio que acarrea una sanción, según señaló Antonio Gómez Valverde, presidente del Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya, además insistió que debe existir la voluntad de cumplir las normas y no que todo se quede en declaración de buenas intenciones.
Desde el panel conformado por la fiscalía, la magistratura y la abogacía, Óscar Serrano Zaragoza, Fiscal de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Barcelona, recordó que la comisión de un delito causa daños económicos no solo a la organización sino también a sus accionistas, acreedores y trabajadores, por lo que cualquiera de ellos tiene el derecho de interponer una demanda mercantil contra el consejo de administración.
El Magistrado Mercantil de Barcelona, Manuel Ruiz, destacó las consecuencias del compliance penal y su transcendencia en el ámbito mercantil, mientras que Alex Garberi Mascaró, Director del área legal, expuso sobre las formas de exención o atenuación de la responsabilidad penal de los administradores.
Las temáticas sobre el fraude en empresas y organizaciones fueron tratadas por el Presidente de la Asociación Catalana de Contabilidad y Dirección, Daniel Faura, quien habló sobre las implicaciones que tiene, y como medirlo, el perfil del defraudador, entre otros puntos importantes. Según Faura, el delito más frecuente es la apropiación indebida de activos, seguido muy de cerca por el ciberfraude, que se estima que en poco tiempo ocupará el primer lugar. En este sentido, el objetivo del compliance debe ser evitar las condiciones que faciliten la comisión del delito, así como estar atento a las señales de alerta que permitan una temprana detección.
El presente y el futuro de la profesión en el país fue el tema con el que se cerró el Congreso. Jacob Jordà, Socio de GNL, Governance Risk & Compliance, se centró en el papel del Compliance Officer, haciendo hincapié en su rol como garante de la gobernanza y de la integridad, pero no de la legalidad. Destaca que sus funciones son prevenir, detectar y gestionar los riesgos de la organización.
Adire