Tras la puesta en marcha de la norma por la cual las empresas están en la obligación de registrar diariamente la jornada de sus empleados, la carga de trabajo de los inspectores y subinspectores se ha duplicado, según ha denunciado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
El déficit endémico que arrastra desde hace años la plantilla de inspectores y subinspectores se ha puesto en evidencia en este momento, dado que solo cuenta con unas 1.800 personas para la supervisión de todas las empresas de nuestro país, señala el sindicato.
Durante los primeros meses de aplicación del registro de jornada, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios ha detectado falta de rigurosidad en los controles horarios en las empresas, existiendo casos en los que el registro se firma un martes hasta el viernes, un comportamiento que puede ser sancionado con 1.200 euros de multa.
Para que se pueda evaluar correctamente la eficacia del registro, la Central Sindical es consciente que hacen falta algunos meses más en los cuales debe confirmarse un aumento en el número de horas extras cotizadas. Esto será un indicativo que la medida está cumpliendo su objetivo, de lo contrario pasará a ser un trámite formal que puede evadirse fácilmente, sobre todo si no se cuenta con una plantilla de inspección que sea capaz de cubrir las necesidades actuales.
Desde el momento en que se puso en marcha el registro, los inspectores realizan visitas a los centros de trabajo en donde verifican si ya está operativo y si las condiciones previstas en la norma se están cumpliendo. En aquellos casos en los que el registro aún no está en vigor, la función del inspector es la de recaudar información y solicitar datos adicionales sobre el estatus de las negociaciones con los representantes de los trabajadores para su puesta en marcha.
La Central Sindical ha indicado que tal situación implica una carga adicional de trabajo para un equipo que ya tenía carencias en cuanto a la plantilla, hecho que ha sido reconocido por la Administración en una reciente reunión sostenida con los sindicatos. Se estima que algunas provincias están siendo severamente afectadas, calificando su situación como crítica.
Ejemplo de ello es la plantilla de inspectores y subinspectores de Málaga, que apenas cuenta con 51 efectivos, cifra que el sindicato considera insuficiente para la zona, sobre todo tomando en cuenta que en ella se encuentra gran cantidad de empresas turísticas donde existe mayor porcentaje de problemas con las horas extras de los trabajadores.
Basta con revisar las cifras al cierre del 2017 para darse cuenta que la falta de personal no es algo nuevo. Para ese momento el cuerpo estaba formado por 1.789 empleados con funciones inspectoras: 945 inspectores y 844 subinspectores, cuando el número de centros de trabajo supera por mucho los 3 millones de empresas.
Se espera que el llamamiento del sindicato sea atendido, a fin de poder cumplir no solo con la correcta supervisión de la nueva norma, sino también para dar atención a otros aspectos necesarios.