La generación de energía eléctrica procedente de fuentes de energía renovables y el aumento de la eficiencia energética constituyen un pilar fundamental para la consecución de los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Los órganos negociadores de la UE llevan años intentando llegar a un acuerdo para el fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables y el pasado mes de junio por fin se ha llegado a un consenso en esta materia.

En España, a lo largo de los últimos años el desarrollo de las tecnologías de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovable ha sido muy próspero y el anterior Gobierno se encargó de aprobar normas para regular la actividad de producción de energía eléctrica y para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema. Mediante el Real Decreto 900/2015, de 9 de octubre se estableció la obligación de los consumidores que realizan autoconsumo de abonar los peajes de acceso a las redes de transporte y distribución como contribución a la cobertura de los costes de dichas redes y por la potencia contratada y la energía medida en el punto frontera asociada a ella. Esto es, mediante esta norma se implantó en nuestro país el polémico “Impuesto al Sol”. En su aprobación, el Real Decreto tuvo en cuenta la evolución tecnológica y comercial de las energías renovables lo cual representa una opción de interés para los usuarios tanto mayor cuanto más se asemejen sus perfiles de consumo y generación, de modo que permitió la instalación de sistemas de almacenamiento para una gestión más eficiente de la energía. La finalidad del anterior Gobierno fue la de establecer un sistema de generación distribuida mediante mecanismos de venta de excedentes y autoconsumo instantáneo para potenciar la producción individual de energía en instalaciones de pequeña potencia, para el consumo en la misma ubicación, en aquellos casos que sean eficientes para el conjunto del sistema eléctrico, con la imposición de recargos.

Como se adelantaba al inicio de este artículo, a principios de este año, en la UE se comenzó a negociar sobre llegar a un acuerdo en materia de energías renovables. Y fue el pasado mes de junio, tras varios intentos de llegar a un consenso, cuando finalmente se acordó fijar como objetivo vinculante para todos los Estados Miembros llegar al 32 % de energías renovables para el año 2030, lo cual sin duda favorece estar en sintonía con el Acuerdo de París.

Mediante acuerdo se prevén también una serie de derechos para los consumidores. Nos referimos al derecho al autoconsumo y a generar, almacenar, consumir energía limpia y de bajo coste e incluso vender el exceso de energía eléctrica a cambio de una remuneración por ese exceso que se vierte a la red.

A ello debemos sumar la no aplicación por parte de los Estados Miembros de cargos al autoconsumo hasta el año 2026. Como hemos mencionado antes, en España es el Real Decreto 2015 está gravado por el Impuesto al Sol.

De este modo solo a partir del 2026, los Estados Miembros podrán imponer tasas al autoconsumo si justifican que la falta de gravamen del mismo supondría una amenaza a la sostenibilidad financiera del sistema eléctrico a largo plazo.

Así, este acuerdo tan esperado hará posible la creación de empleo, abaratamiento de las facturas energéticas de los consumidores y por supuesto, menos importaciones de energía. Pero lo más interesante es que además de fijar el objetivo del 32%, se ha establecido una clausula de revisión al alza para el 2023 y la supresión del gravamen al autoconsumo hasta el año 2026, es decir, acabaría con el Impuesto al Sol español.

Finalmente indicar que este pacto europeo ha coincidido con el cambio de gobierno en España que está a favor del autoconsumo compartido y en contra de los recargos al autoconsumo eléctrico, lo que entre otras, conducirá hacia una bajada de costes de instalación solar y la simplificación de los trámites administrativos. En definitiva, el contexto actual es favorable al autoconsumo y gracias al acuerdo adoptado por la UE los días del Impuesto al sol, están contados.