Uno de los puntos clave en los que en Ministerio de Trabajo ha centrado sus esfuerzos ha sido en sacar adelante una Reforma Laboral, cuyos aspectos más relevantes a destacar son, entre otros:

  • La recuperación de la ultraactividad de los convenios de forma que su vigencia continúe pese a cumplirse su plazo de expiración.
  • El convenio de empresa deja de ser prevalente en materia salarial, evitando con ello las prácticas de devaluación salarial.
  • Priorizar la contratación indefinida mediante la eliminación de algunas modalidades de contratación temporal como el contrato de obra y servicio.
  • La temporalidad de los contratos solamente podrá justificarse por circunstancias de la producción o sustitución de la persona trabajadora.
  • Rediseño de los contratos formativos, que ahora podrán ser en alternancia y para obtención de la práctica profesional.
  • El abono adicional de 26€ a la seguridad social cada vez que se dé de baja un contrato temporal de duración inferior a 30 días para reducir la excesiva rotación.
  • Siguiendo el modelo utilizado durante la gestión de la pandemia, se crean mecanismos de flexibilidad (ERTE) con exoneraciones de cuotas a la Seguridad Social y se incentiva la formación como alternativa a la temporalidad y para reducir los despidos en época de crisis.
  • Todo ello junto con la imposición de multas, ahora más elevadas, para los supuestos de trabajadores indebidamente contratados.

Esta Reforma Laboral fue aprobada el pasado diciembre y finalmente ha conseguido salir adelante gracias a su convalidación en el Congreso con una votación que no ha estado exenta de polémica: el voto favorable decisivo provino de un diputado del PP que asegura que se debió a un fallo del sistema.

Pero los esfuerzos del Ministerio de Trabajo no cesaron ahí. Pocos días después de la convalidación de la reforma laboral, se sacó adelante la subida del SMI a 1000€ (un aumento del 3,6% respecto del anterior, que se situaba en los 965€) con carácter retroactivo a 1 de enero de 2022 y sin el voto favorable de la patronal.

¿Han finalizado con estas dos medidas la labor que pretende llevar a cabo el Ministerio de Trabajo?

La respuesta, de acuerdo con las declaraciones de la ministra de Trabajo y Economía Social Yolanda Díaz, debe ser un rotundo no. La agenda del Ministerio de Trabajo continúa con muchos frentes abiertos y con futuras medidas que se encuentran aún en el aire.

Entre otros, se prevé que, durante los siguientes meses, continúen los debates para:

  1. Adoptar medidas referentes a fijar un SMI europeo;
  2. Abordar una reforma legislativa de la economía social;
  3. Impulsar la modificación de la Ley del sistema de Inspección del Trabajo y Seguridad Social, y un largo etcétera de medidas que, tarde o temprano, irán tomando forma.
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Diana Georgieva
Abogada
Área Legal