Estamos en plena campaña de rebajas, aunque algunos establecimientos ya habían adelantado sus ofertas vía web o se habían anticipado a la llegada de los Reyes Magos. Esto se debe a que, desde hace varios años, ya no hay límite temporal a los descuentos, son los propios establecimientos los que deciden los plazos de las rebajas. Hay que tener en cuenta que los precios pueden bajar, pero lo que no puede cambiar son los derechos de los consumidores.

Nuevo plazo de garantía

Uno de los principales cambios que trae 2022 es la ampliación del plazo de garantía de los artículos, incluyendo los rebajados, que pasa de dos años a tres. También se incrementa, de cinco a 10 años, el tiempo mínimo en el que los fabricantes están obligados a disponer de piezas de repuesto una vez que el producto deja de fabricarse. A través de un real decreto-ley ómnibus aprobado el pasado mes de abril, el Gobierno modificó la normativa de consumo para “incrementar la durabilidad de los bienes en la lucha contra la obsolescencia”, según justificó el Ejecutivo.

En los productos digitales, la nueva normativa contempla una garantía de 2 años. Aquí se incluyen programas informáticos, aplicaciones, archivos de vídeo, archivos de audio, archivos de música, juegos digitales, libros electrónicos u otras publicaciones de este tipo.

 Pago con datos personales

Por vez primera se regula en España el pago mediante datos personales cuando el empresario es el que suministra los contenidos o servicios digitales sin pactar un precio. Se trata de un acto muy habitual dentro del campo de las redes sociales y de las aplicaciones informáticas.

Este cambio supone una revolución, ya que durante años la discusión sobre si los datos pueden considerarse, o no, una mercancía ha dividido a los juristas. Hasta ahora no se decía en ningún sitio que eso era un contrato y la gente pensaba que como el servicio es gratis no tenía derechos. Pero los datos actúan como contraprestación.

En concreto este usuario tiene la misma cobertura que un consumidor que paga un precio, sobre todo porque sus datos tienen “valor económico” para empresas como las plataformas tecnológicas. Asimismo, el empresario puede rescindir el contrato y no facilitar los servicios si el usuario se niega al tratamiento de sus datos.

 Derecho de desistimiento

Este año, debido a la variante Ómicron, se espera que las ventas por internet aumenten considerablemente. Aun así, ya sea la compra online o en tienda física, el consumidor tiene derecho a desistir de la misma. Lo que quiere decir que el consumidor puede devolver el artículo (con el embalaje original) en un plazo de 14 días naturales desde que lo compró o recibió, sin dar ninguna explicación y el vendedor tiene la obligación de devolver el precio.

 

 Devolución de los artículos

Una vez que el plazo de desistimiento ha vencido, el consumidor sólo tendrá derecho a la devolución de la compra en el caso de defecto de fábrica. Si el cambio es por otras razones, por ejemplo, cambio de talla o que la prenda de vestir una vez puesta no te convence, se trataría de una cortesía comercial, es decir, el establecimiento no está obligado a aceptar cambios o devoluciones.

Hay que señalar que si durante el resto del año la tienda, como cortesía, anunciaba una política de devoluciones y en rebajas la modifica, tiene la obligación de anunciarla claramente o, de lo contrario, debe mantenerla en los productos rebajados”.

Productos defectuosos y rebajados

Hay que tener en cuenta que los productos con un precio inferior debido a un defecto o tara (un abrigo al que le falta un botón) no significa que estén rebajados, por lo que estos artículos “defectuosos” no se pueden poner en rebajas como si fueran productos normales. Si el establecimiento lo hace, el consumidor tiene derecho a reclamar.

Además, en las etiquetas de los artículos rebajados tiene que aparecer el precio que tenían antes de la promoción y el nuevo para que el consumidor vea la diferencia.

 Pagos con tarjeta y reclamaciones

Los establecimientos tienen la obligación de informar a los consumidores si aceptan pagos con tarjeta o si tienen un importe mínimo de compra. Las condiciones de pago las establece el empresario, no el cliente.

El consumidor tiene derecho a pedir el ticket o factura, ya que es la justificación de la compra y ahí vienen las condiciones del contrato.

Si la compra se hace en un establecimiento físico, el consumidor puede pedir la hoja de reclamaciones si surge cualquier problema (el establecimiento tiene la obligación de expedirla). El consumidor tiene que tramitarla en la oficina municipal de consumo, que gestionará la mediación entre el establecimiento y el consumidor. Si la compra se realiza online, el consumidor puede solicitar la hoja de reclamaciones a través de la web del comercio, si no se la facilitan, se puede dirigir a la oficina municipal de consumo para formalizar la reclamación.

Las páginas web destinadas a las ventas online tienen la obligación de estar sometidas a un sistema alternativo de resolución de conflictos.